Suntukan, también conocido como boxeo filipino, es más que solo una serie de golpes y técnicas de defensa. En su núcleo, el Suntukan es una extensión de las artes marciales filipinas, específicamente del entrenamiento con armas. Los practicantes de Suntukan llevan consigo una mentalidad única y poderosa: la suposición de que el atacante siempre está armado, aunque no lo esté. Esta mentalidad no solo define el enfoque técnico del Suntukan, sino que también moldea la estrategia y la psicología detrás de cada movimiento.
La Mentalidad del Combate en Suntukan: Siempre Preparado para lo Peor
En el mundo real, un enfrentamiento callejero puede ser impredecible y peligroso. Esta es la razón por la cual los practicantes de Suntukan entrenan con la creencia de que el adversario podría estar armado. Este enfoque mental no solo aumenta la cautela, sino que también refuerza la necesidad de tomar decisiones rápidas y efectivas durante un combate.
La Suposición de un Atacante Armado:
Cuando asumes que tu oponente tiene un arma, cada golpe, cada bloqueo y cada movimiento es ejecutado con precisión y propósito. Esta mentalidad impulsa a los luchadores de Suntukan a ser más agresivos y a cerrar la distancia rápidamente, evitando dar al oponente la oportunidad de usar cualquier posible arma.
El Miedo como Herramienta:
Lejos de ser un obstáculo, el miedo a lo desconocido en este caso, a un arma oculta se convierte en un aliado. Este miedo se canaliza para aumentar la concentración y la alerta, permitiendo al practicante de Suntukan mantener la mente fría y actuar con decisión. El temor impulsa la velocidad y la eficiencia, ya que cada segunda cuenta cuando se enfrenta a un posible peligro.
Estrategia en Suntukan: Tomando el Control del Combate
La estrategia en Suntukan está profundamente influenciada por esta mentalidad. Al considerar que el oponente puede estar armado, los practicantes desarrollan técnicas y tácticas para neutralizar la amenaza lo más rápido posible.
Suntukan: Sistema de Combate, No Deporte de Contacto
A diferencia de los deportes de contacto, donde existen reglas claras y restricciones, el Suntukan es un sistema de combate sin reglas, diseñado para ser letal y eficiente en situaciones de defensa personal en la calle. No hay límites, no hay árbitros, y todo está permitido para sobrevivir y neutralizar al oponente. Esta realidad hace que el Suntukan sea extremadamente efectivo en contextos de vida o muerte, donde la adaptabilidad y la preparación son esenciales.
Cerrar la Distancia:
Una de las estrategias clave en Suntukan es cerrar la distancia rápidamente. Mantenerse cerca del oponente no solo reduce su capacidad para usar un arma con efectividad, sino que también permite aplicar técnicas de desarme y control. En un combate, cuanto más cerca estás, más control tienes sobre la situación.
Golpes Precisos y Destructivos:
El Suntukan favorece golpes rápidos y precisos dirigidos a puntos vulnerables del cuerpo, como los ojos, la garganta y las costillas. Estos golpes están diseñados para incapacitar al oponente rápidamente, minimizando el riesgo de un contraataque con un arma oculta.
Adaptabilidad, Fluidez y Economía de Movimiento:
El Suntukan no sigue una estructura rígida, ni se detiene en movimientos tradicionales, artísticos o coreográficos que puedan ser exagerados o innecesarios. Cada movimiento en Suntukan es ejecutado con la máxima economía de energía, y cada acción tiene un propósito específico, sin espacio para gestos superfluos. La capacidad de adaptarse a cualquier situación es crucial. Un practicante debe estar preparado para cambiar de estrategia en un instante, dependiendo de cómo evoluciona el combate. Esta fluidez y eficiencia se ven reforzadas por la constante preparación mental para lo peor, asegurando que solo se ejecuta lo necesario para neutralizar la amenaza, sin gastar energía en movimientos innecesarios.
Análisis del Oponente:
Parte fundamental de la estrategia en Suntukan es la capacidad de analizar rápidamente las características físicas del oponente. Antes de lanzar un ataque, el practicante de Suntukan evalúa factores como la estatura, el peso, la postura y el comportamiento del adversario. Esta evaluación permite seleccionar las técnicas más efectivas, enfocándose en aquellas que maximicen las debilidades del oponente y lo pongan en desventaja.
Enfoque en Habilidades de Reacción, Reflejos y Velocidad:
El Suntukan se enfoca más en el desarrollo de habilidades de reacción, reflejos y velocidad que en la técnica misma. Esto se debe a que la técnica en Suntukan es el resultado natural de la práctica intensiva de ejercicios (drills) con armas, como palos y cuchillos, que luego se trasladan a la mano vacía. En este sentido, es el arma la que enseña, corrige y mejora la técnica del practicante, refinando sus movimientos y preparándolo para situaciones reales de combate.
La Importancia de la Mentalidad en el Entrenamiento
Entrenar con esta mentalidad de «siempre armado» no solo prepara al cuerpo, sino también a la mente. A través del entrenamiento constante, el practicante de Suntukan desarrolla una intuición afinada, capaz de detectar señales de peligro y responder de manera instintiva. Esta mentalidad no solo mejora la eficacia en combate, sino que también brinda confianza y seguridad fuera del dojo.
Conclusión
La psicología del combate en Suntukan es una parte fundamental de lo que hace a este arte marcial único y efectivo. La mentalidad de que el atacante siempre está armado obliga a los practicantes a estar constantemente alerta, actuar con precisión, y adaptar su estrategia a cualquier circunstancia. Es importante recordar que, sin el entrenamiento con armas, como palos y cuchillos, no es posible comprender plenamente la naturaleza del Suntukan. Como se dice en las artes marciales filipinas:
«Sin Eskrima no hay Suntukan.» La mente y el cuerpo se afilan tanto como las armas, y entender esta psicología es clave para dominar el arte.
En un mundo impredecible, estar preparado nunca ha sido más importante. “Recuerda que en las Artes Marciales no hay una verdad absoluta, pero si un entrenamiento adecuado para mejorar la vida de cada persona”